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viernes, 9 de julio de 2010

Cine y bichos: The story of Louis Pasteur


No entiendo muy bien el porqué en España se tituló "La tragedia de Louis Pasteur", aunque es cierto que la película está relatada en un tono melodramático muy del gusto de los años 30 del siglo pasado. Fue dirigida por William Dieterle, conocido por obras como "El jorobado de Notre Dame" o "La vida de Emile Zola", aunque también realizó un film dedicado a Paul Ehrlich, el padre de la quimioterapia. El actor Paul Muni, famoso por su papel protagonista en "Scarface", fue el encargado de interpretar a Louis Pasteur.

La verdad es que uno mira el cartel original y lo primero que piensa es que va a ver una película de terror sobre algún científico loco. Afortunadamente en aquella época el nombre de Pasteur era famoso en todo el mundo por sus importantes logros en el campo de las enfermedades infecciosas y de las vacunas, por lo que supongo que el público conocía en parte lo que iba a ver.

Y es ahí donde se centra el argumento de la película. En los numerosos esfuerzos de Pasteur para conseguir convencer a la comunidad científica de que las enfermedades son producidas por la infección de los microorganismos y en cómo desarrolla sus dos vacunas más conocidas: la del carbunco (a la que denominamos ahora por el anglicismo "ántrax") y la de la rabia. Ya he indicado que está contada en tono melodramático. Pasteur se nos presenta como un visionario, un químico loco del cual se ríe toda la profesión médica. A pesar de las burlas, gracias a su conciencia, tesón y sacrificio conseguirá llevar a cabo sus investigaciones, convencer a los escépticos y finalmente triunfar siendo reconocido y honrado por todos. No puede faltar el romance entre una de las hijas de Pasteur y un joven médico que ayudará a Pasteur en sus investigaciones. Lo dicho, un melodramón de la época.



Paul Muni en su papel de Louis Pasteur


En el aspecto cinematográfico es el típico biopic épico similar a "Edison, el hombre" o "The white Angel". Ahora nos parecería que los actores sobreactúan y que la trama es bastante simplona. Y si alguien la ve en versión original se encontrará que Paul Muni intenta dar un acento "francés" al inglés que habla su personaje, pero el resto de "franceses" hablan en inglés normal. Lo mejor de la interpretación de Muni es que recrea correctamente a Pasteur como un trabajador incansable, que lo era. También destacaría que la película no trata de ridiculizar a aquellos médicos que se burlan de Pasteur. Tan sólo los muestra como personas que están equivocadas pero que finalmente se verán convencidos gracias a los experimentos, tal y como se muestra en la secuencia dedicada a la prueba de la vacuna contra el carbunco en Pouilly-le-fort.



Recreación del experimento de Pouilly-le-fort


El film recoge diversas anécdotas famosas de la vida de Pasteur como cuando tomó una muestra de saliva de las fauces de un perro rabioso o cuando decidió usar su vacuna antirrábica en el niño Joseph Meister. Pasteur sabía que al no ser médico, si el niño moría se arriesgaba a ser acusado de homicidio y de intrusismo por lo que podía acabar en la cárcel. Para añadir dramatismo en la película incluso sugiere que puede ser guillotinado. También se recrea el ataque de apoplejía que sufrió hacia el final de su vida, aunque este sucedió cuando investigaba la pebrina, no cuando desarrollaba la vacuna contra la rabia.


En el aspecto científico no está mal. Se nos muestra como Pasteur llevaba a cabo muchas de sus investigaciones en un laboratorio que montó en su propia casa. No siempre fue así, sobre todo cuando alcanzó merecida fama. Otro aspecto a destacar es que Pasteur no es el único gran científico que sale. También vemos a Joseph Lister, el padre de los procedimientos asépticos en cirugía, o a Emile Roux, que desarrollaría un suero anti-difteria. La principal carencia de la cinta es que obvia todo el trabajo realizado por Pasteur sobre la estereoisomería del ácido tartárico, la refutación de la teoría de la generación espontánea, la fermentación de la cerveza, la anaerobiosis, y la erradicación de la pebrina. Sólo se centra en su trabajo con los microbios patógenos que afectan a los humanos. Pero hay que recordar una cosa. En 1935, año del estreno de esta película, no existían los antibióticos. Las infecciones eran un asunto sanitario muy serio, y se pensaba que la única forma efectiva de combatir a los microorganismos era mediante el desarrollo de vacunas y la observación de estrictas medidas de higiene. Además, hacía tan sólo diez años que las investigaciones de Alice Catherine Evans habían resultado en la obligación de pasteurizar la leche en las industrias lácteas estadounidenses como una medida para frenar la incidencia de la brucelosis. Así que no es de extrañar que la película fuera un pequeño éxito. De hecho, el actor Paul Muni siguió interpretando a Pasteur en seriales radiofónicos (tampoco había televisión).

Resumiendo, una añeja, pero entretenida e instructiva película.




Trailer promocional de la película



ResearchBlogging.org

Pasteur L, Chamberland, & Roux (2002). Summary report of the experiments conducted at Pouilly-le-Fort, near Melun, on the anthrax vaccination, 1881. The Yale journal of biology and medicine, 75 (1), 59-62 PMID: 12074483






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