Páginas

jueves, 2 de septiembre de 2010

Seis enfermedades que ni siquiera sabías que podías atrapar

.
Hace cosa de un año la revista New Scientist publicó un artículo con ese sugestivo y alarmante título. Se hacía un breve resumen de aquellas enfermedades que se pensaba que podían tener como causa un microorganismo patógeno, en contra del tradicional punto de vista de que su origen era debido a causas genéticas, envejecimiento o malos hábitos alimentarios. Repasemos la lista otra vez con sus recientes actualizaciones:


Obesidad.

A finales de los años 80 el medico indio Nikhil Dhurandha se encontró con que el adenovirus Ad-36 causaba obesidad en ratones y marmotas. Además encontró que el 30% de las personas obesas presentaban anticuerpos contra dicho virus. No era el único. El adenovirus SMAM-1 también parece ser adipogénico. Pero la hipótesis de la "infectobesidad" todavía no está demostrada al completo.

Hay estudios sobre poblaciones infantiles que la apoyan:

Y otros realizados en población adulta que no la apoyan:


Diabetes.


En el caso de la diabetes de tipo I los sospechosos son los enterovirus del grupo Coxsackie B (conocidos por sus siglas CBV) pero también hay otras familias víricas implicadas. Al parecer la infección por estos virus puede desencadenar una respuesta autoinmune que acaba destruyendo las células del páncreas.



Esquizofrenia.



El culpable en este caso es un bicho mucho más grande, aunque también puede haber otros implicados. Se trata del parásito Toxoplasma gondii, (Toxo para los amigos). Ya vimos en una entrada anterior que Toxo era un parásito cuyo hospedador final era el gato pero que tenía como hospedador intermedio al ratón. Toxo cambiaba el comportamiento del roedor de manera tal que le hacía perder el miedo y de esa forma se convertía en presa fácil de los felinos. Bueno, pues se piensa que en los humanos puede ser el responsable de algunos casos de comportamiento esquizofrénico. Y la evidencia parece ir acumulándose:



Cáncer de pecho.




Volvemos a los virus. En este caso se sabe desde los años 30 del pasado siglo que hay un retrovirus que causa tumores de mama en ratones (Mouse Mammary Tumor Virus o MMTV). En en año 2007, la investigadora Beatriz Pogo del Mount Sinai School of Medicine en Nueva York, encontró que en el 38% de los tumores de pecho se encontraba una secuencia semejante a la del MMTV. Recientemente han publicado la detección de un retrovirus al que han denominado Betaretrovirus Humano o HBRV



Trastorno Obsesivo-Compulsivo.



El trastorno obsesivo-compulsivo es una enfermedad mental que se manifiesta como comportamientos repetitivos y ritualistas, como por ejemplo el lavarse las manos cada pocos minutos, tratando frenéticamente de deshacerse de los gérmenes. Varias causas han sido propuestas, que van desde los genes hasta infancias traumáticas. Más recientemente, el interés se ha centrado en una parte del cerebro llamada ganglio basal, que se cree que participa en la toma de decisiones. Los casos de TOC surgen después de la lesión a esta área, por ejemplo, después de una apoplejía o un golpe en la cabeza.

En los años la neurobióloga Susan Swedo encontró una posible correlación entre infecciones pediátricas por estreptococos del grupo A y la aparición del TOC en niños. Se hipotetizó con la posibilidad de que la infección desencadenase algún tipo de respuesta autoinmune. Por ello se la denominó Trastorno Pediátrico Neurosiquiátrico Autoinmune Asociado a Estreptococos o PANDAS por sus siglas en inglés. Sin embargo, los últimos estudios realizados parecen apuntar a que si existe dicha correlación, esta sería muy débil.



Cáncer de próstata.



En el año 2006, un equipo dirigido por Joseph DeRisi, un bioquímico en el Howard Hughes Medical Institute en San Francisco, analizó diversos cánceres de próstata en busca de virus y descubrieron que algunas de las muestras contenían un nuevo retrovirus estrechamente relacionado al virus xenotrópico de la leucemia murina (XMRV), que se sabe que causan tumores en ratones. Curiosamente, los pacientes eran deficitarios en la enzima antiviral RNasa L. Este retrovirus también ha sido asociado con la aparición del síndrome de fatiga crónica, sin embargo, aún no hay pruebas concluyentes de dicha asociación.



ResearchBlogging.org
Atkinson RL, Lee I, Shin HJ, & He J (2010). Human adenovirus-36 antibody status is associated with obesity in children. International journal of pediatric obesity : IJPO : an official journal of the International Association for the Study of Obesity, 5 (2), 157-60 PMID: 19593728

Goossens VJ, Dejager SA, Grauls GE, Gielen M, Vlietinck RF, Derom CA, Loos RJ, Rensen SS, Buurman WA, Greve JW, van Baak MA, Wolffs PF, Bruggeman CA, & Hoebe CJ (2009). Lack of Evidence for the Role of Human Adenovirus-36 in Obesity in a European Cohort. Obesity (Silver Spring, Md.) PMID: 20010727

Schulte BM, Kramer M, Ansems M, Lanke KH, van Doremalen N, Piganelli JD, Bottino R, Trucco M, Galama JM, Adema GJ, & van Kuppeveld FJ (2010). Phagocytosis of enterovirus-infected pancreatic beta-cells triggers innate immune responses in human dendritic cells. Diabetes, 59 (5), 1182-91 PMID: 20071599

Fekadu A, Shibre T, & Cleare AJ (2010). Toxoplasmosis as a cause for behaviour disorders--overview of evidence and mechanisms. Folia parasitologica, 57 (2), 105-13 PMID: 20608472

Melana SM, Nepomnaschy I, Hasa J, Djougarian A, Djougarian A, Holland JF, & Pogo BG (2010). Detection of human mammary tumor virus proteins in human breast cancer cells. Journal of virological methods, 163 (1), 157-61 PMID: 19781575




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario.

Debido a la incursión de troles anónimos he activado la opción de que para dejar comentarios debes de identificarte.

Hay moderación previa de comentarios