Como he dicho antes mi interés principal es que supieran manejar la herramienta Blogger, por lo que les di libertad absoluta para que elaborasen el contenido de las entradas. Si alguien está interesado en los resultados puede echar un vistazo aquí, pero para resumir, me he sorprendido al comprobar que hay alumnos que parecen defender posturas "anti-transgénicas", "anti-vacunas" y "pro-homeopáticas". Y eso que al final de la sesión les proporcionaba una serie de enlaces en los que mostraba el nulo fundamento científico de muchas de esas posturas (ver más arriba). En fin, espero que haya sido una especie de broma, o si no, que a lo largo de los años de formación que les quedan vayan aprendiendo a ser más escépticos y racionales.
Pero bueno, este es un blog de microbiología y de eso vamos a hablar. En concreto de un producto que lleva un nombre que recuerda a una bacteria, pero que según lo que indican las propias empresas fabricantes de productos homeopáticos, está hecho a base de hígado y corazón de pato. ¿Y para qué sirve? pues según lo que pone la web de una de esas empresas: para el tratamiento sintomático de los estados gripales como durante el periodo de exposición gripal. Se trata del "Oscillococcinum®".
La historia del origen de este producto es bastante curiosa. La he reconstruido a partir de varias páginas web que he encontrado en internet. Una de ellas es el libro Healing Or Stealing? Medical Charlatans in the New Age de Jean Marie Agbrall que nos cuenta que en 1919, durante la pandemia de gripe, un médico francés de nombre Joseph Roy describió que los pacientes que sufrían la enfermedad mostraban una "oscilación" en sus condiciones físicas. Cuando observó al microscopio muestras de dichos pacientes, Roy dijo haber encontrado una bacteria a la que bautizó con el nombre de Oscillococcus. Hasta aquí, podríamos decir que no hay nada muy anormal. Hay que tener en cuenta que en esa época se pensaba que la gripe era producida por una bacteria, Haemophilus influenzae, aunque como no se aislaba en todos los casos, según establecía los postulados de Koch, no eran pocos los que afirmaban que la gripe debería ser causada por otra bacteria distinta. Ahora sabemos que todos estaban equivocados y que la gripe es una enfermedad viral. Pero eso era desconocido en 1919.
Joseph Roy habría pasado al olvido si no llega a ser porque se obsesionó con el Oscillococcus de manera similar a lo que le ocurrió al científico Randolph Kirkpatrick con los nummulites. Roy comenzó a ver al Oscillococcus en todo paciente que caía en sus manos, sin importar el tipo de dolencia que padeciese. Así describió que el Oscillococcus se encontraba en pústulas de herpes, en la varicela, e incluso en la sangre de personas que sufrían un cáncer. Ya que el Oscillococcus era el causante de todos esos males, lo siguiente que hizo fue intentar desarrollar una vacuna a base de extractos que según él contenían la bacteria atenuada. La vacuna no funcionó, pero eso no desanimó a Roy. Atribuyó su fracaso a que el Oscillococcus extraído de humanos era muy agresivo y que debía de haber otra fuente menos nociva. Supongo que inspirado por la historia de Jenner y su descubrimiento de la vacuna, se puso a buscar si otros animales podían ser hospedadores de una forma menos agresiva de Oscillococcus. No sé cuantos animales fueron "analizados", pero en 1925 Roy afirmó haber encontrado un microorganismo similar en el corazón y el hígado de un pato que encontró en Long Island (no tengo ni idea de qué hacia en Nueva York). Parece ser que a este "nuevo microorganismo" Roy le bautizó con el nombre de Oscillococcinum para distinguirlo del que observaba en humanos.
Probablemente Roy viera partículas esféricas que oscilaban debido al movimiento browniano. En cierto sentido, esta historia me ha recordado la pifia de las nanobacterias. No he podido reconstruir el porqué Joseph Roy decidió que esta vez debía utilizar un procedimiento homeopático para elaborar su "cura". Pero el caso es el nombre "Oscillococcinum" está registrado como una marca comercial y que desde entonces para su elaboración se utiliza el corazón y el hígado del llamado pato de Barbaria (Cairina moschata) (aunque en los preparados homeopáticos se le llama Anas barbariae). Según puede leerse en la ficha del producto la composición de "Oscillococcinum" consiste en lo siguiente:
¿Qué significa eso de "200 K"? En términos homeopáticos es el número de veces que se ha diluido el extracto original de hígado y corazón de pato utilizando el procedimiento desarrollado por Korsakov. Brevemente, se toma 1 mililitro del extracto de hígado y corazón del pobre pato y se añade a 99 mililitros de agua (es decir, lo hemos diluido 100 veces o en terminología homeopática 1K). Se agita vigorosamente (en terminología homeopática "sucusión") y se retiran 99 mililitros. Se vuelven a añadir 99 mililitros de agua (en terminología homeopática 2K, porque es la segunda dilución que se relaliza). Es decir, ahora hemos diluido el extracto original 10.000 veces (100 x 100). Si repetimos el proceso una tercera vez (3K) la dilución con respecto al original será de 1.000.000 de veces. Cada vez que se repite, diluimos por un factor de 100. Cuando llegamos a la etapa 12K, ya hemos sobrepasado el número de Avogadro. Es decir, la probabilidad de que haya una molécula perteneciente al extracto original en un bote con 100 mililitros es prácticamente nula. Y aún nos quedan por realizar 188 diluciones y sacudidas. Al final del proceso, el factor de dilución 200K equivale a 10400 veces (un 1 seguido de 400 ceros). O sea, al final lo que tienes es 100 mililitros de agua. Pues bien, para hacer un gramo de "Oscillococcinum" hay que tomar 0,01 mililitros de la dilución 200K, añadirle 0,15 gramos de lactosa, 0,85 gramos de sacarosa y darle una forma redondeada a los comprimidos de la unidosis.
No voy a entrar a presentar y discutir las fantasiosas teorías sobre la "memoria del agua" y similares, porque ya hay varias páginas que lo discuten en profundidad (ver referencias abajo). Voy a comentar otro aspecto que me ha llamado la atención. Cuando escribo una entrada me gusta ponerle imágenes. Así que pensé que estaría bien ilustrarla con una fotografía del Oscillococcus o del Oscillococcium. La fotografía microscópica estaba bastante desarrollada a comienzos del siglo XX, por lo que supuse que debería haber algún artículo o libro del tal Joseph Roy con fotografías o dibujos de sus observaciones. Pero curiosamente, no he sido capaz de encontrar una fotografía ni del Oscillococcus ni de Joseph Roy, no importa que busque en páginas pro-homeopáticas o escépticas. En la wikipedia francesa solamente ponen que el médico homeópata francés Joseph Roy inventó el "oscillococcinum" y que vivió entre 1891 y 1978. Como foto acompañante aparece una del pato de Barbaria. En el monográfico de ARP-SAC sobre homepatía aparece una cita textual de una de sus obras, pero en la bibliografía de dicho monográfico no aparece reseñado dicho escrito. Si uno va a PubMed y pone "oscillococcus", no aparece ni una referencia. Cosa curiosa, porque dicha base de datos tiene trabajos catalogados publicados a finales del XIX. Como ejemplo, puede leerse un artículo de 1919 dedicado a H. influenzae y la gripe (bueno, en esa época se la conocía como bacilo de Pfeiffer). Si uno pone "Joseph Roy and flu" no aparece nada. Tras mucho buscar encontré que en 1925 escribió un un libro titulado "Vers la connaissance et la guérison du cancer", y en 1952 fue autor de un artículo en la revista divulgativa Le concourse medical titulado "Le microbe du cancer" (es el único que aparece en PubMed). Segun Google Books, parece que fue autor de un par de obras más.
Pero lo que más me ha llamado la atención es que ni siquiera aparece en la web "Sue Young Histories" dedicada a las biografías de los homeópatas, ni en la "Photothèque Homéopathique" (sí, parece mentira, pero existe un sitio como ese). Algo bastante llamativo si tenemos en cuenta que el "Oscillococcium" es uno de los preparados homeopáticos de mayor éxito comercial. Sinceramente, podría decirse que Joseph Roy es un "homeópata homeopático" ya que ha provocado un efecto aunque parece que no existió. Me explico, creo que "Joseph Roy" es en realidad un seudónimo. Pero como puedo estar equivocado, agradecería que si alguien tiene acceso a una foto suya, o a una foto de sus observaciones, me lo haga saber.
¿Y si ponemos "Oscillococcinum" en PubMed? Pues entonces te salen 11 referencias, siendo la más antigua del año 2000. Se trata de un estudio de la Cochrane Library para comprobar si efectivamente el "Oscillococcinum" es efectivo. Este tipo de meta-análisis se vuelve a repetir cada cierto tiempo y el último es del 2012. En las conclusiones se puede leer lo que sigue:
There is insufficient good evidence to enable robust conclusions to be made about Oscillococcinum® in the prevention or treatment of influenza and influenza-like illness. Our findings do not rule out the possibility that Oscillococcinum® could have a clinically useful treatment effect but, given the low quality of the eligible studies, the evidence is not compelling. There was no evidence of clinically important harms due to Oscillococcinum®.
Que traducido dice: Hay insuficiente buena evidencia para sacar conclusiones sólidas sobre el uso de Oscillococcinum® en la prevención y el tratamiento de la gripe o enfermedades similares a la gripe. Nuestros hallazgos no descartan la posibilidad de que Oscillococcinum® pueda tener un efecto en el tratamiento clínicamente útil pero, dado la baja calidad de los estudios elegibles, la evidencia no es convincente. No hay evidencia de que haya daños clínicamente importantes debidos a Oscillococcinum®.
La verdad, ¿alguno de los que usan la homeopatía se ha imaginado lo que debería ser un servicio de urgencias basado en dicha creencia? ¿no? pues les recomiendo ver el siguiente vídeo.
Puedes menear esta entrada. ¡Gracias!
Enlaces a otros sitios interesantes:
El fondo del asunto
Naukas: Una bacteria inexistente, un pato inocente y unas amenazas insensatas
Monográfico ARP
Homeowatch: The true story of Oscillococcinum
Robert L. Park (2008). Princeton University Press. ed. Superstition: Belief in the Age of Science.
OSCILLOCOCCINUM - Le joli grand canard
In honor of World Homeopathy Awareness Week 2010
Esta entrada participa en la XXII edición del carnaval de la Biología alojado en el blog Consultoría y Educación Ambiental y en la XXIII edición del carnaval de la Química alojado en el blog Moles y Bits: Educación en Ciencia y Tecnología, en la IV edición del carnaval de las Humanidades alojado en el blog Literatura es aprehender a la realidad, en la edición 4.12 del carnaval de Matemáticas alojado en el blog High Ability Dimensión y en la XL edición del carnaval de la Física alojado en el blog Cuantos y Cuerdas.
Mathie RT, Frye J, & Fisher P (2012). Homeopathic Oscillococcinum(®) for preventing and treating influenza and influenza-like illness. Cochrane database of systematic reviews (Online), 12 PMID: 23235586
9 comentarios:
Estupenda tu iniciativa de enseñar blogger a tus alumnos. Soy estudiante de último curso y puedo decir que la formación universitaria no quita la mentalidad pro-oscurantista pero no seré yo quien te quite la esperanza.
Hace no mucho escribi tambien sobre homeopatía (bastante mas chapuzas) en reciencia y he llegado apensar que la gente que cree en los productos homeopatéticos no se informan, nosotros les hacemos publicidad y enfurecemos mientras ellos viven en su chachignorancia.
un saludo y como siempre un 10 para tus post.
Hola
Gracias por el comentario Alberto
En breve voy a hacer una encuesta a mis alumnos para ver si efectivamente consideran que ha sido útil lo que se ha hecho en dichas prácticas o si por le contrario piensan que no ha valido el tiempo gastado.
Un saludo
Dado que has permitido la participación de tu texto en el Carnaval de Humanidades, vale decir que la Literatura y la Lingüística podrían ayudar a resolver dicho problema:
Porque los escritores son capaces de generar personajes épicos, incluso casi como si fuesen reales. Asimismo, la generación de significados (como puede ser una supuesta persona) no depende de los hechos reales o irreales, sino de la orientación que se consiga sobre un concepto en una sociedad.
El punto: la historia podría sonar siempre creíble pero su existencia (para el caso de Roy) nunca pudo haer existido.
Hola Godel y gracias por el apunte. La verdad es que tengo curiosidad porque alguien sea capaz de rebatir mi hipótesis de que J. Roy nunca existió.
Aparte de la hipótesis del seudónimo, la entrada participa en el carnaval de humanidades por otra cosa más: describo una metodología docente.
Un saludo
Bueno, he alucinado. ¿Sucusión? Jajajaja, no conocía toda esa terminología, pero me parece muy patético. Y el vídeo del final, es para echarse a llorar.
Muy buena entrada y gracias por participar en el XXIII Carnaval de la Química.
Estupenda entrada, Manuel. Y no te preocupes por tus alumnos, el que quiera ver que vea.
Salud!
Hola. Gracias a ambos.
Lo cierto es que la terminología pseudocientífica tiene un cierto puntillo cómico.
Saludos
Una entrada estupenda, Manuel. La verdad, nunca me había planteado la posibilidad de que Roy fuese un pseudónimo o un personaje ficticio, pero tal y como funciona el patio homeopático no me extrañaría.
Pero tengo que hacerte una pequeña corrección: el método de Korsakov es aún más ridículo de lo que explicas.
Un saludo nada homeopático.
Hola
Gracias Fernando. No, si había leído tu entrada (está la primera en la lista de referencias y en negrita) y ya sabía que el "método" se basaba en lo que restaba cuando se vaciaba el recipiente. Pero me pareció mejor dejar el 1 y el 99 para que se entendiera mejor lo de la dilución seriada (de hecho en esta página homeopática lo describen como que se eliminan 99 partes, aunque den la vuelta al recipiente, y dicen que fue a un tal Jahr el que se le ocurrió pasar olímpicamente de medir volúmenes y quedarse con el resto).
Un saludo
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