. Esta entrada es una adaptación del material escrito por Moselio Schaeter en su blog "
Small things considered"
Antoni Stradivari era un luthier italiano que vivió entre los siglos XVII y XVIII. Llegó a tal grado de maestría que sus instrumentos de cuerda son considerados como los mejores del mundo. Son los famosos
Stradivarius.
La sonoridad de los Stradivarius es de tan alta calidad que todos los esfuerzos por manufacturar un instrumento similar han fracasado hasta el momento. George Eliot llegó a decir que Dios no puede hacer un Stradivarius sin Antonio Stradivari. Parecía que éste se había llevado el secreto de los violines a su tumba y por eso son muchos los que han intentado descubrirlo. Pero sin embargo parece que en realidad no había tal secreto.
Una de las hipótesis que explicaba la especial sonoridad de los violines tiene que ver con un cambio climático sucedido en el pasado. Entre los siglos XVI y XVIII ocurrió la llamada
Pequeña Edad de Hielo, una época con muy bajas temperaturas. El frío provocó que los árboles crecieran lenta y uniformemente por lo que la madera de esos árboles era mucho menos densa. Antonio Stradivari utilizó madera de arce y abeto crecidos durante esos años para elaborar sus instrumentos. Así que en teoría el "secreto" se reduce a emplear una madera menos densa. Pero ¿dónde encontrarla ahora que no hace tanto frío?
Physisporinus vitreus (fuente) Xylaria longipes, también conocido como "dedos de muerto" (fuente).
Un grupo de científicos alemanes y suizos liderados por el Dr. Francis Schwarze han encontrado la solución. Lo que han hecho es someter las piezas de madera a la acción de un par de hongos: Physisporinus vitreus (un basidiomiceto) y Xylaria longipes (un ascomiceto). Ambos hongos degradan parcialmente las paredes celulares de las células vegetales dejando la lignina intacta lo que provoca quela madera sea menos densa. El primero de ellos fue utilizado para la madera de la pieza superior. El segundo para la pieza que sirve para el fondo. Incubaron las piezas de madera durante seis a nueve meses para conseguir un adelgazamiento adecuado y así mejorar las propiedades acústicas.
Secciones transversales de madera de sicomoro mostrando el adelgazamiento provocado por Xylaria longipes. (Fuente)
Transcurrido ese tiempo la madera estaba recubierta completamente por el micelio de los hongos. Posteriormente el luthier Michael Rhonheimer fabricó cuatro violines. Uno tratado con madera tratada durante seis meses. Otro con madera tratada por nueve meses, y dos violines con madera sin tratar. Y entonces llegó la prueba de fuego.
El violinista Matthew Trusler tocó los cuatro violines y su propio Stradivarius para una audiencia de 180 personas. Trusler tocó detrás de una cortina para evitar que el público viera los violines. De los asistentes, 90 puntuaron al violín biotratado durante nueve meses como el que mejor sonaba. En segundo lugar quedó el Stradivarius, seguido por el bio-violín de seis meses. Los violines sin tratar quedaron los últimos. Lo más llamativo es que 113 asistentes pensaron que "Opus-58", el nombre del bio-violin de nueve meses, era el auténtico Stradivarius.
Los cinco violines utilizados
¿Qué va a suponer esto? Pues en principio abaratar algo los precios de un instrumento de calidad excepcional. Para hacernos una idea. El Strad utilizado por Trusler en el concierto tiene un valor de 2 millones de dólares. "Opus-58" ha costado 25.000 dólares, cuarenta veces menos. Y si tenemos en cuenta que generalmente el primero suele ser el más caro, es probable que el precio todavía baje algo más en el futuro.
Esta entrada se ha realizado en base a los siguientes artículos:
Audio en "El podcast del microbio"
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